...indio guaicaipuro...

Guaicaipuro


El Indio Guaicaipuro

Para algunos historiadores, el ser venezolano comienza con el mestizaje. En consecuencia, no debe considerar a Guaicaipuro como venezolano.

Para otros, en cambio, venezolano es todo cuanto m originario de territorio de Venezuela, independientemente de las fechas de la historia. Por ello es valedero hablar de una cultura precolombina venezolano.

Desde este punto de vista, mí como Cuauhtémoc es mexicano para México, Guaicaipuro es venezolano para Venezuela. Guaicaipuro, el más valeroso, el más temible de los indios que poblaban la región venezolana, fue, al mismo tiempo, el gran líder de la resistencia frente o los conquistadores.

Quizás toda la actividad bélica de Guaicaipuro no abarca más de una década, de 1560 a 1570, pero su heroísmo, si significación simbólica, cubre toda nuestra historia y se prolongará con mayor fuerza en la posteridad.

Por dos razones fundamentales los conquistadores debieron enfrentarse a Guaicaipuro con el propósito de vencerlo a toda costa: porque en sus tierras estaban las ricas minas de Los Teques y porque el caudillo indio era el jefe indiscutido de todas las tribus de la región.

Ya en 1560, Guaicaipuro obtiene su primera gran victoria sobre Pedro de Miranda quien había sido enviado por el gobernador para que tomara posesión de las minas de oro en poder del indio. Derrotó igualmente a Juan Rodríguez Suárez, uno de los famosos jefes de la conquista, sin aceptar las condiciones de paz que éste le propuso. Y en Macuto, al frente de un poderoso ejército, hizo huir a Francisco Fajardo, otro de los notables conquistadores enemigos.

Como Diego de Losada acababa de fundar a Caracas en terrenos de sus dominios, Guaicaipuro formó impresionante ejército con todos los caciques circunvecinos entre los cuales se contaban Araguaire, Baruta, Catia, Chacao, Guaicamacuto, Naiguatá, Uripata, para destruir a Losada.

En el valle de Caracas, en el sitio denominado Maracapana (hoy Catia) habrían de reunirse los coaligados para atacar la ciudad. Esta acción conjunta sobre Caracas no llegó a realizarse, sin la participación directa de Guaicaipuro, pero fue suficiente para que Diego de Losada amañara un proceso de supuesta legalidad, en el cual Guaicaipuro mereció el cognomento de "bandido y asesino" y una orden de capturarlo, vivo o muerto.

Y así fue como el Comisionado Francisco Infante cometió el primer acto de alta cobardía que conoce nuestra historia. Para dominar a Guaicaipuro "lancero de los cerros", Infante debió sorprenderlo de noche e incendiarle la casa. Fueron ochenta hombres de la conquista bien armados, contra un indio valeroso y veinte flecheros que se guarecían en una choza indefensa.

En la noche, el círculo de fuego con que los invasores rodearon la humilde casa de Guaicaipuro sirvió también para iluminar, como a un nuevo Espartaco, los últimos arrebatos heroicos de este gran caudillo del patriotismo y de la autodeterminación.

Todavía los venezolanos no hemos sabido valorar debidamente la significación de Guaicaipuro. No fue simplemente un indio aguerrido que luchó al frente de los suyos contra la planta conquistadora. Fue mucho más que eso. Fue sencillamente el más acabado representante de la resistencia de los indios en tierras venezolanas y el primer defensor de sus derechos primarios a la vida y a la libertad.